En tanto, los clavos se introducen en  la pieza o superficie en la que aplicará por medio de un martillo, así como también con una pistola neumática de clavos o una pequeña carga explosiva o imprimación. El clavo logra mantener los materiales juntos por fricción en la dirección axial, es decir, en un dirección paralela al eje del rodamiento  y por la resistencia al corte lateralmente. Algo que también debes saber sobre el uso del clavo es que su puntilla es a veces doblada, o asegurada cuando cruza las dos piezas y sobresale en la parte final.

Para poder utilizar los clavos debes saber que además estos materiales tienen cabeza, vástago y punta, cada una de estas partes en diferentes estilos. Por tanto las diferencias en estas tres secciones, permiten seleccionar el tipo de clavo más apropiado para realizar cierto trabajo. Así como también interviene la  clasificación de los clavos, de acuerdo al tipo de material con el que se elaboren, los cual podrás conocer a continuación.

• Alambre de Acero: Este material se puede disponer para todo tipo de aplicaciones, principalmente en entramados de madera.
• Acero templado y pulido; Se trata de un producto ideal para utilizarlo en entramados de madera y fijaciones sobre concreto.
• Acero Inoxidable: Este tipo de clavo tiene usos principalmente en exteriores, dada su terminación.
• De latón: Se puede utilizar para fijar elementos decorativos o estructuras de madera liviana.
• Cobre: Se trata de material que se emplean en la tapicería y para sujetar usos decorativos.